martes, agosto 24, 2010

VIVIENDO EN EL PAIS DEL LUJO ABSURDO

Es muy irónico que siendo La República Dominicana un país pobre, lleno de precariedades, sin energía eléctrica, donde los niños se mueren de dengue, los alumnos toman clases debajo de una mata de mango y cuchumil quinientas cosas mas, sea el país que mas Yipetas transitan por las calles, tiene tres Centros comerciales de LUJO, Torres de hasta 10 pisos de lujo y todo el lujo que ningún país pobre puede darse el LUJO de tener.

Todos sabemos que no hay vehículo que gaste mas combustible que una Yipeta. Y el ciudadano que las posee constantemente se queja de lo caro que esta la gasolina y maldice al gobierno de que abusan con los precios de los carburantes etc, etc…

Si estos ciudadanos optaran por invertir en un vehículo mas económico, no tendrían ese gran problema, y también tendrían la ventaja de encontrar parqueo mas fácilmente debido a lo compacto del ensamblaje de dicho carrito.

Ah no, pero prefieren en liarse comprando una yipeta porque fulano tiene una y el no me va a echar vaina. Así es la mentalidad del dominicano.

Porque hay que vivir en una Torre de lujo cuando hay muchos residenciales mas económicos y mas accesibles para vivir? Ah porque Sutanito se mudo en la Torre Tal yo también tengo que vivir ahí, porque si y punto. Aunque tenga que empeñar la casa de mi abuelo o la finquita de mi papa.

Porque una carajita de 15 anos tiene que andar con un Blackberry en la calle?

Porque un carajito de 25 anos tiene que andar en un Porshe (un carro que es de carrera y para adultos) deportivo haciendo carreras en la Lincoln?

Si el dominicano padre de familia ingresara a sus hijos en un colegio Católico y tradicional en vez de un colegio Bilingüe su historial de crédito tendría un cambio del cielo a la tierra….Ah no, pero Perensejita tiene a su hija en un colegio bilingüe y los hijos de Doroteo todos tienen que estar en un colegio caro, aunque no les enseñan ni la tabla de multiplicar y tengan ellos que hacerles las tareas a los niños ya que los profesores de estos centros no se molestan en dar enseñanza sino cobrar un jugoso cheque todos los meses.

Que diferente fuera la vida de el dominicano promedio si en vez de vivir para el otro se dedicara a vivir humildemente y hasta que la sabana le alcance. Si la gente jodía que priva en rica usara el sentido común no estuviera la ciudad llena de Yipetas, ni de Torres de lujo ni de Centros Comerciales llenos de tiendas costosas.

Pero también están los hospitales y funerarias que son los que reciben a los dominicanos o a los hijos de los dominicanos comemierda que se enferman y mueren de infartos al miocardio o de un accidente de transito, derrame cerebral, cáncer o simplemente se suicidan cuando, finalmente, tocan fondo y ven la realidad de su vida plasmada en unas facturas tan exageradas que ni ellos saben como las van a pagar.


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